En los campos de la discordia

Parece que no hay entendimiento en la República Argentina entre los productores rurales y el gobierno nacional liderado por Cristina Fernández de Kirchner, que puso paños fríos en el discurso del jueves, que fue menos confrontativo que el del martes próximo pasado. El aumento de las retenciones a las exportaciones de granos es lo que irritó a los productores, que ven como el gobierno les pasará a retener un 44,1% si deciden exportar soja, 24,2% si es maíz y un 27,1% en caso de exportar trigo. A esto hay que sumarle, en cualquiera de los casos, un 2,5% que corresponden a impuestos a las ganancias y al cheque; el 1% de impuestos provinciales y municipales. La presidenta argentina justificó las retenciones para que los precios del mercado interno no se vieran afectados por los precios internacionales y además para una mayor equidad social (concepto de moda en este momento en ambos lados del Río Uruguay). ¿Es justificada o desmesurada dicha medida?

En un primer momento uno tiende a pensar que sería genial, incluso para aplicarlo en nuestro país. En Uruguay está el tire y afloje con el precio de la leche por una razón bastante similar, los precios internacionales están muy altos y pese a que Conaprole destina parte de su producción al mercado interno la leche no deja de ajustar su precio al alza, al igual que otros alimentos que dependen de los valores internacionales de las materias primas, que hoy día están por las nubes. Las retenciones agrícolas se plantean por un tiempo determinado y con un fin específico. Ya sea cuando devalúa la moneda local y las personas que exportan y cobran en moneda extranjera se ven beneficiadas, entonces las retenciones juegan un rol de equilibrio para que los precios no se vayan al demonio. Sin embargo, si se vuelve a mirar hacia Argentina las dudas alrededor de las cifras que da el INDEC (el INE de allá) sobre la inflación dan lugar a la duda, el organismo oficial da para 2007 una inflación del 8,5% mientras que extraoficialmente se hablan de cifras que rondan el 20%. Otro objetivo puede ser la búsqueda de la diversificación industrial o agrícola, Rusia aplicó una retención a la exportación de rolos de madera con el fin de incentivar la manufactura de la madera dentro del territorio. Fernández de Kirchner afirmó que no quería "sojizar" el campo, por lo que las retenciones más altas se aplican a dicho producto. Si se observan datos del sitio Scavage y del Indec de 2008, la soja y los productos derivados a ella se exportaron por valores de 2381 millones de pesos (abarcando un 22% de las exportaciones) y el trigo por 1541 millones de pesos (un 8,5%), este producto recibió una baja de las retenciones que se ubican en un 27,1% (alto de todos modos). El sector industrial ocupa una cifra similar con un 20% de las exportaciones cubiertas por productos petroquímicos y un 8% la industria de alimentos procesados.


En 2007, el gobierno argentino, de acuerdo al diario La Nación, aumentó hasta los 14.626,2 millones de pesos argentinos los subsidios destinados a topear los precios del transporte público y de la electricidad entre otras, un 125% más que el año anterior de acuerdo al matutino. La maquinaria provoca cifras irrisorias para la región, se puede observar en el siguiente relevamiento realizado por Ámbito Financiero en julio de 2007 algunas comparaciones entre los precios de los servicios en diferentes países de América del Sur.

PAÍS	GAS RESIDENCIAL	NAFTA SÚPER	COSTO DEL TRANSP.
	U$S/m3	U$S/ litro	U$S
			Colectivo	Tren	Subte
Argentina	0.04	0.65	0.24	0.13	0.22
Brasil	1.28	0.91	1.16	0.98	1.16
Chile	1.1.	0.95	0.70	0.70
Uruguay		1.20	.7
Venezuela		0.03	0.42

Tallando un poco sobre el transporte, 4218,8 millones de pesos fue lo que se destinó para trenes, colectivos y subtes en 2007. ¿Alguna mejora? Sí, los trenes siguen viajando abarrotados de gente con horarios totalmente desestructurados, varios cruces de vía sin funcionar (pero desde presidencia se promueve el tren bala que uniría Córdoba, Rosario y Bueno Aires). Tal es el colmo del ridículo que aún se destina un dinero para Lafsa, aerolínea estatal que solamente figura en los presupuestos y no en los aeropuertos. Por otro lado, la obligación a las empresas privadas de mantener las tarifas pero de aumentar los salarios provocan una enorme desidia que se traduce en una total falta de inversiones razonables y que cada cierto tiempo los usuarios de Buenos Aires queden sin luz.

No parece muy acertado el camino que ha elegido la Argentina, en especial el matrimonio Kirchner y la gente de su confianza, para poder mantener esa burbuja de felicidad y de precios absurdos e irreales que hoy tiene el país vecino. El dinero recaudado en lugar de aplicarse para un objetivo de dinamizar la economía se utiliza para aletargarla y extender el sueño de la Argentina del pueblo, con tarifas bajas, que un día va a sufrir el pinchazo de la burbuja y ahí las cacerolas no solo van a sonar en los barrios de los "oligarcas" sino en los barrios "del pueblo" y los "piquetes de la abundancia" van a pasar a ser los "piquetes de la ausencia", ausencia de productos en las góndolas y de paciencia de los argentinos, y ahí no va a haber D'Elía que aguante.

Fotos:
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