Detección tardía

Allá por marzo cuando renunció Mateo Méndez al Interj, el párroco se despachó con acusaciones de corrupción hacia los funcionarios del INAU. La respuesta de Marina Arismendi fue: “No me parece que uno pueda hablar de corrupción en general. Cuando yo detecto un acto de corrupción o más de uno lo que hago es una investigación”.

Ahora parece que los motines de la Colonia Berro son intencionales porque los funcionarios del INAU dejan las puertas abiertas. Pasamos de evitar hablar de una corrupción generalizada a estar “harta de las casualidades”, todo eso en menos de tres meses. Lo bueno es que las autoridades del INAU se la jugaron e iniciaron investigaciones que involucran a trabajadores en año electoral (algo que no pensé que fuera posible). Lo malo es que según las mismas fuentes del INAU: “algunas de estas investigaciones administrativas y sumarios se arrastran desde 2007 (...) a través de las mismas se constataron situaciones del estilo" de las que Arismendi dijo estar harta, y de las que Mateo Méndez anunció meses atrás pero que la ministra prefirió callar.

Está claro que estas idas y venidas no son la causa principal de la situación en el Interj, pero sí explican mucho del caos que rodea a la institución.