viernes, 5 de octubre de 2007

Miedo

Ahora que se llegó a un acuerdo con los anestesitas habría que seguir los pasos que Tabaré Vázquez pregona en cada discurso público y cortarle las manos, que cada día están más sucias, a Juan Carlos Bengoa. ¿Ah, no se puede? Pero si el EP-FA-NM... tiene un tribunal de conducta. Es cierto, renunciaron todos. No entiendo, ¿Bengoa tiene corona de rey? El caso Nicolini pasó al tribunal (cierto es que después no se trató), Areán también pasó por allí. ¿Por qué ahora el partido oficialista se niega a votar una comisión investigadora?, ¿por qué no lo rajan de su cargo actual?, ¿será porque Bengoa está vinculado a Asamblea Uruguay y eso desprestigiaría al sector de Astori (que es potencial candidato) ? Muchas preguntas y pocas respuestas. También vinculado al Frente Amplio, Nin Novoa y su sector hicieron ruido con alguno de los puntos tratados en el congreso del sector. Mucho ruido y pocas nueces pero eso le permite a él mostrar que quiere milonga.

Los partidos tradicionales no se quedan atrás. A las declaraciones de Jorge Batlle la semana pasada con una idea asociacionista, menos pretenciosa que la que ya había sido planteada por quien fuera su asesor, Carlos Ramela, se suma la inverosímil lista 666 del Foro batllista. No hace falta agregar más nada sobre el tema. Mientras tanto los miembros del Partido Nacional siguen apretando en su super oposición, esa que le dice no a todo pero extra oficialmente hacen guiños. Como cuando Lara afirmó que votaría la despenalización al aborto o cuando se informó, en varios medios, que Argimón estaría dispuesta a votar la anulación de la ley de caducidad (luego rotundamente desmentido por la legisladora).

Ambos sectores de los partidos de la oposición votaron en contra el martes de un proyecto que permitía el voto de uruguayos en el exterior. A lo que el EP-FA-NM... retrucó con una posible reforma constitucional que lo permita.

Finalmente parece que en algo se ponen de acuerdo las fuerzas políticas de nuestro país, ya todos piensan en el 2009, y todos temen perder. Entonces toman las medidas del caso para extender su caudal electoral (o al menos no perderlo), generando así situaciones bastante cómicas e incoherentes. Que país maravillosamente absurdo que es Uruguay.

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