Un caradura llamado Luis Orsi.

Si, ese mismo que los medios le hicieron notas como si formara parte de la congregación de maestros de la verdad. Según él, sabía que la chiquilina estaba muerta, pero no quería acabar con las ilusiones de la familia. Mas vale que sufran durante 3 meses sin saber donde esta su ser querido. Tiene un mapa donde tiene marcado el lugar en el cual después se encontró el cuerpo. Que con seguridad lo dibujó por error cuando quiso marcar la cruz que le faltaba para completar el ta-te-ti mientras hacía tiempo en la jefatura. Pero seguramente no lo mostró por respeto a Natalia Martinez mismo, para que descansara en paz. Mientras tanto, tiraba fruta sin ton ni son y de paso se hacía de su potencial clientela. Se hacía el interesante ante la prensa tapándose la jeta como si su vida fuera a correr peligro (la misma puede ser vista en su página de internet, por si queres que te diga que numeros van a salir en la lotería del Maciel). Al que si le cortó la cabeza fue al novio de la hermana, cuando lo mandó al frente. Mientras, se lavaba las manoplas después de haberselas refregado pensando en cuanta guita va a hacer después de esta. Decía las mismas pavadas que podemos decir vos o yo. Mira que lo de las energías te lo acepto, no va por ahí.

Me jode que ladrones como él se aprovechen de situaciones donde hay gente que sufre. ¿Qué carajo aportaba a la causa? Nada. ¿Qué diferencia hay con las iglesias de los pastores brasileros? Aparte de que para el involucrado, el español es su primera lengua, ninguna. Cuando esto se termine, Orsi tendría que subir al cerro San Antonio de rodillas y agradecerle al santo ahí presente que le diera laburo.